La creación del universo comenzó con la caída de los nachos y gaseosa de la merienda de Yahvé.
—זיון! אבל כמה הרצפה הייתה טובה
(¡Joder! Pero qué bien me ha quedado el suelo).
Los planetas rodaban, algunos chocaban entre sí; otros circundan la galaxia con armonía. Se levantó, fue por más nachos y gaseosa, volvió, se sentó en su trono cósmico, y vio que fue bueno.