Estaba en la nopalera cubriéndome del sol; fumaba marihuana mÃstica cuando miles de sombrerudos pasaron como colmena por la polvorosa vereda. Cada dÃa era una desbandada nueva y me quedaba con menos marihuana; cada dÃa bautizaban a bandidos y matones como generales; cada dÃa menos parientes yo tenÃa. Y pues qué más da, la vida viene y se va: ya llevo muchos años por acá en la misma nopalera, cambié mis huaraches por tenis nike; y que siempre despierto y veo al mismo matón, ahora como dinosaurio en su trono tricolor, pero eso sÃ, con diferente peinado y más chulo.
SÃ que sÃ.