No sé si mis palabras se entienden;
no sé si mi puntuación, mis versos,
todo lo que expreso
con ideas
con lenguaje manuscrito
con drama
con licencias a mis tarugadas,
y demás tropos literarios,
hagan entender mis ganas de
salir de mi cuerpo
salir de mi mente
meterme a otros mundos,
entenderlos,
o por lo menos inferirlos,
y perderme en el ocaso de mi espíritu,
dejando brillantinas de mis pensamientos
en un mundo infinitamente vasto y etéreo,
sin sentir la ansiedad que me llena de
paradojas
falacias
invalidez,
que quema mi corazón y mi no-corazón,
sin esperanza de salir de esta etapa
de la evolución humana
en la que soy un siervo inútil,
una sutil escoria de la inteligencia
y la mediocridad.
¿O acaso estoy perdido en esta realidad
y otra menos
real?