Desde una Argentina distante y un tanto antigua...
Ahà está, me encuentro otra vez con él, en el busto de BolÃvar, viéndome como inquisidor de mis noches. Lo veo, me ve, nos vemos, y me cala hasta al más lejano pensamiento de mi infancia.
Sé que la pasaré de vigilia y él me acompañara.
Oh, terrible Cacuy, pajarraco ponzoñoso, vienes y yo ya sentÃa pena, nomas al triste sentimiento enriqueces, añadiéndole más sombras. Más melancolÃa. ¡Pero yo no hice nada! Nada. Nadita nada. O todo. Fui el orfebre de mis Ãgneos sufrimientos. Y aunque vos no sentÃs lo que yo he sentido, sólo juzgás, sólo matás. Tu mirada mata.
Yo que te creà ave curiosa, linda para mi imaginación infantil. Hoy, contrahecho, he crecido abrupto con pestañeos que cuentan años. Pasa el tiempo y un escritorio se impuso ahÃ, una figura del libertador del Sur acá, y mis demonios aquÃ, en mi cabeza.
¡Dejá de mirarme! No cantes, no llores, no grites, no graznes… Ya hay mucho ruido en mi memoria. Dejáme en paz.
Pero ya lo he dicho, asà no será: vos te posarás en aquel argento hombro de piedra, mientras yo, patético, me quejaré con fantasmas que bien nunca existieron.
No. No. ¡No menciones a Consuelo! Su nombre me mata, me hace recordar cada una de mis derrotas. Oh, nocturna ave del desconsuelo… ¡rompe con tu pico esta rejas de viejo fierro!
Ah, el sol, el justo Febo Apolo que te ahuyenta.
Y no lo hizo. Nunca más lo hizo. No. Te has vuelto homogénea con Simón. Ahora serás parte del inmobiliario. Serás parte de mis memorias. Serás parte de mis versos, mis prosas. No será otro destino el tuyo que ponerte nombre de otro demonio de mi existencia.
Oh, mi suerte. Oh, mi desgraciada fortuna.
Maldita sea, por qué mis padres me nombraron Edgar.
He vivido de cerca el terror, nunca me habÃa sentido tan humano y vulnerable como en esa oportunidad, luego de reflexionar sobre la experiencia; asumà mi debilidad… y me volvà peligroso.
Me gustó eso que escribiste.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Apropiarse de los temores y transformarlos en el poder de la constancia en contra de la ignominia… A mà me gusta Edgar!!
Me gustaMe gusta