Busco el ocaso de mi vida
en tu v.;
penetro las orillas de mi existencia
en tu v.;
expulso mareas espumosas
en tu v.;
me acuerdo de una mañana
en tu v.;
me acuerdo de ti y del alma
en tu v.;
recuerdo cuando el aire me empapó
en tu v.;
simulo un pensamiento en que mis manos se derriten
en tu v.;
imagino mi cuerpo endeble después
de tu v.
… Y en algunas horas nocturnas de junio,
tomando vino barato, de treinta pesos o menos,
llorando por tu imagen en mis instintos primitivos,
en mis dolencias carnales,
en la ausencia de tu sonrisa;
en la inexistencia de tus gemidos como consuelos.
Hay que imaginar…
Muy ingenioso.
Bravo!
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¡Gracias, Yvonne!!! 😊
Que estés muy bien de mente, cuerpo y alma en estos tiempos difíciles. Te mando un abrazote cibernético ❤️
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No lo estoy Diego, este maldito virus ha abrazado a mi marido hace 14 días y no le suelta, está solo en un hospital, mientras mi cabeza no para, la incertidumbre es mala.
Este domingo pasado le escribí y le declamé mi poema, no sé qué hacer, solo quiero que esto pase.
Cuídate mucho amigo, esto no respeta a nadie.
Un fuerte abrazo🌹
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Ah, Yvonne… Me entristece tu situación, es dura, frágil si no se toma la debida atención. Pero sé que todo saldrá bien. Todo saldrá bien. Tu marido estará bien.
Esta será una experiencia catastrófica, pero después de superarla, nos enseñará mucho a ti, a mi, y a todos los seres humanos.
Muy, muy lindo de tu parte el obsequio que le brindaste a tu marido, es un dulce aliciente que va directito al alma, a veces más efectivo que cualquier medicamento.
Les mando un abrazo y muchas esperanzas.
Esto pasará.
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Gracias Diego, sé que pasará, él es fuerte y sus pulmones están sanos por haberse cuidado con su deporte y vida sana toda la vida.
Gracias Diego, mil gracias de corazón.
Un fuerte abrazo.
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