He visto a mi consciencia pertrechada
para ser cocinada en agua turbia
y nunca volver a tener pensamientos claros…
Aquella barca cerebral que anduvo
en mares nórdicos,
lo tocó una seductora lamia
y
nunca volvió a la orilla…
Esta piedra que cargo
dentro de mi cráneo
dejó de brillar
y ahora sólo siento
un frío peso en ella…
¿De cuántas maneras tendré
que encriptar mi sentimiento
de despojo inteligente e intelectual,
sólo por no ser apto para la sociedad actual?
Ni la pasada.