Entusiasmado,
vi porno aquella noche.
Luego, vi porno
después de aquella noche.
Después y después de esa noche;
y de nueva cuenta vi porno;
gemidos, gritos, sudor y éxtasis;
una y otra vez;
y otra vez:
vi porno después de aquellas noches…
… pero ni los intérpretes en la pantalla,
ni el gasto de energía, espíritu, emociones,
despreciado tiempo, fatigas, sueños pospuestos,
me hicieron olvidar tus reproches
y mi falta de hombría.