Me dijeron que podía volar
por cielos de papel
en los cuales tu nombre estuviera escrito
y yo con mi rabiosa saliva borraría
las tristes memorias
y
tu sonrisa de barro aparecería.
Pero no fue así.
A últimas fui yo,
mi reflejo;
yo,
yo lo que me encontré,
yo lo que quise ser,
lo que en verdad necesitaba
y esperaba al final…