MasticadoresRomantica&Eros Editora: Paula Castillo Monreal

Como Pompeya
mi boca arde,
por pronunciar tu nombre
beber del cáliz de carne
acariciar el halo solar que te cubre,
sin embargo,
mi voz no te alcanza,
mis labios permanecen secos
y mis pupilas no te encuentran.
Entonces,
mi refugio es el silencio,
la poesía,
las cosas sencillas de la vida,
huyo de ti para no pensarte,
no recordarte,
olvidarte así sea un poco,
pero a pesar de todo y de todos,
te imagino
y cuando te imagino
bullen mis labios
como Pompeya
a orillas del Vesubio,
por pronunciar tu nombre
detrás de la cortina de agua que te esconde.