
Mi poesía no es poesía,
son verbos conjugados en tiempo imperfecto
parábolas de un sueño que llevan tu nombre, imposibles enjaulados en mis dedos
conjugados en el verbo de los deseos de este cuerpo
anclados a mis párpados maquillados y enjuagados en bocas ajenas.
Mi poesía no es poesía,
es cuestión de vivir o morir, vivir herida
morir sabiendo que alguna vez fui amada
vivir hecha trizas.
Revolcándome en el olor de encuentros del pasado,
Amar hasta el final
morir con un lema que trascienda.
Mi poesía no es poesía,
soy yo recogiendo pedazos
amando lo perdido, detenida en la lujuria del pasado
buscando mañanas con sentido y humedades a plazos.
Mi poesía no es nada, es solo un cadáver aferrándose a la vida
es la muerte que se oculta entre los versos producto de escombros del pasado.