MasticadoresRomantica&Eros Editora: Paula Castillo Monreal

Dejé caer tu mano tibia sobre el punto más alto de mi excitación
Dejé que tu boca lujuriosa me llevara de ida y vuelta al sol
Dejé que tus palabras calenturientas humedecieran mi perversión
Dejé que tu lengua se atascara en mi garganta
Dejé que tu desnudez provocara aquella flama y la tan anhelada fricción.
¡oh! ¡oh! ¡oh!…
Y quemamos la habitación…
Todo se volvió pasión a nuestro alrededor, todo vestido de rojo, todo ardió
Nuestros gemidos igual que en una obscena canción de reggaetón
Nuestros cuerpos se enredaron, formaron una sola masa, la perfecta unión
Nuestras pupilas dilatadas, respiraciones agitadas como el sonido del motor de un recién estrenado tractor.
¡Oh! ¡Oh! ¡Oh!
Valientes y bañados en sudor
Enardecidos fuimos amor, fuimos verano, fuimos lo que el deseo sexual permitió.