Yo doy scroll down,
¿para qué?
¿para qué dejar que
el tiempo vaya y se vaya?
Si puedes caminar y dejar
que una sombra te arrulla,
y sonreír al pasado porque
el presente te acobija.
¿Por qué?
¿Por qué pensar en
sufrir si vivimos para
sentir?
Pensamos, oímos,
degustamos, vemos,
sentimos…
sentimos con nuestra piel
y todos nuestros sentidos,
y nuestras emociones,
y nuestras cogniciones;
sin embargo,
tomamos de aquel
cáliz
dorado
y espinoso,
de este un trago cuajado
y amargo.
Si nos levantamos un día,
antes de las redes,
y pensamos,
“¿Qué falta?”
transformemos la pregunta,
y hagámosla respuesta:
“Tengo tanto, que este día,
Conmigo mismo, es suficiente,
y lo demás, es un regalo,
un regalo que creí no merecer,
pero estuvo conmigo desde que nací
y lo tendré hasta que vaya a morir.
Gracias.
Gracias.
Vida, gracias.”