
Cada mañana te veo
hablamos un poco y… me besas mi mejilla.
Pero después, la tomas a ella de la cintura y la besas distinto a mi
rompiendo mi corazón en pedazos, como a una pieza frágil de cristal.
Nos decimos hasta luego, cae la tarde, me abraza la noche y mi casa sigue sola…
No vas a aparecer, supongo que ya no hay tiempo para mí
tan solo me queda soñarte.
Fantasear con mis rasguños tatuados en tu espalda
mis piernas sobre tus hombros
tus besos haciendo surcos en mis senos
mi saliva en tu saliva.
Tocar estrellas con la punta de los dedos
sentir llover las nubes en cada poro
y llegar a la cima a través de tu silueta.
Cada noche imagino que estás en mí
que me atas a tus ganas sin soltarme.
¿Qué puedo decir al respecto?
Nada.
Soy…
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