
Y aquí estoy, con mi cuerpo
servido en el platillo de seda,
a merced de tu boca, Indefenso.
Ven,
besa
lame
muerde
chupa
succiona
devora.
Deja que esta vez
Sean tus instintos los que lleguen
Hasta donde la poesía no ha llegado.
Y aquí estoy, con mi cuerpo
servido en el platillo de seda,
a merced de tu boca, Indefenso.
Ven,
besa
lame
muerde
chupa
succiona
devora.
Deja que esta vez
Sean tus instintos los que lleguen
Hasta donde la poesía no ha llegado.