Dame aquel rosal
que de noches
lo congelas
en el pedestal,
como trofeo,
como alma trunca,
de todo amor
que di,
perdí;
lo quiero de vuelta,
así para mares escuchar,
volver a mi libertad
de aquel Orfeo
que sí volvió con su voluntad.
Dame aquel rosal
que de noches
lo congelas
en el pedestal,
como trofeo,
como alma trunca,
de todo amor
que di,
perdí;
lo quiero de vuelta,
así para mares escuchar,
volver a mi libertad
de aquel Orfeo
que sí volvió con su voluntad.