Tengo dieciséis horas para olvidarte;
retengo ocho horas para recordarte.
¡Ay!
Cómo quisiera acabar con todo
y sólo convertirte en arte.
Tengo dieciséis horas para olvidarte;
retengo ocho horas para recordarte.
¡Ay!
Cómo quisiera acabar con todo
y sólo convertirte en arte.
Diego:
Tú eres arte, y todo lo que pasa por esa cabecita y se plasma en palabras, también lo es.
Me gustaLe gusta a 1 persona