Ayer te escribí en mi cabeza,
así,
varios avioncitos de papel viejo,
con tristes pilotos,
para estrellarse tal cual kamikazes
en una funesta columna
que es el mentiroso olvido.
Ayer te escribí en mi cabeza,
así,
varios avioncitos de papel viejo,
con tristes pilotos,
para estrellarse tal cual kamikazes
en una funesta columna
que es el mentiroso olvido.