Morigerar los vientos
morigerar las sensaciones
morigerar sus pensamientos
morigerar sus emociones;
morigerar el hambre
morigerar la carne
morigerar los nervios
morigerar las ansiedades…;
martirizar la idea
bautizar la sapiencia
demonizar la libertad
enclaustrar el amor.
Y todo se lo lleva el viento,
y a veces, hasta allá
afuera
hacia el espacio exterior…