Versos que caen
a un acantilado,
rompiéndose los huesos,
explotando como sacos de sangre
y carne;
van de reversa a su muerte
cantando de fin a principio,
acabándose en un
¡splash!
Y las musas sangrientas
ríen
allá en su escondite,
mientras un poeta
barbas de peluche,
llora tinta seca
y sus manos paran en un
“¡Ya basta!”.
Uno de los mejores poemas que he leido ultimamente
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Gracias, Alicia ❤️
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