Manos encarnadas al teclado,
ojos que ven simulaciones,
sueños aletargados,
amores olvidados;
de claustrofobia,
cerrado de ideas y
más vacaciones apócrifas,
parece esto no tener fin.
Allá la lluvia pasa,
terremotos en otro lugar,
la vida anda doble cara,
pero acá, hombre máquina,
máquina de hombre,
o rastrojos de eso,
nada pasa
nada pasa,
todo es seguro
en una derrota
aceptando la tecnología
y su entretenimiento.