Quisiera saber si te gustan mis labios, si al mirarlos deseas que rocen los tuyos, acercarte poquito a poquito y sentir el cosquilleo de esos dulces instantes. Después… Besarnos con vehemencia, nuestras lenguas danzando al compás de húmedos sonidos, la ansiedad de acariciarnos consumiéndonos. Yo lo necesito, sentirte muy juntito a mí, apretarte entre mis brazos y cerrar mis ojos sin que nada más importe. Deseo tus hermosos labios, siempre lo he hecho, pero constantemente me evaden dejándome con un lastimero suspiro.