Desperté, y el COVID seguía ahí.Los ojos se abren sólo para escuchar noticias e ilusiones de la catástrofe. Sísifo de la pandemia. Lo único lindo, después de algunas ojeadas, fueron gatitos haciendo lo suyo, o un perrito sonriendo. Y nada más. Son meses, muchos meses de tragedias e infodemias. Ya basta. Muchos seres de buen …