Kosuke dibujaba la alborada que soñó; se dio cuenta que se trata de su alma, un fragmento del lĆ”piz que dibuja los contornos de su mĆ”s prĆstina ontologĆa, trazado por un pincel delicado, de cabellos finos recolectados, hasta llegar a un sol penitente, asomĆ”ndose entre cerros de marfil, enclaustrados sobre una selva de pinos boquiabiertos, …
Vean aquĆ, la fausta imagen de Apolo: Obeliscos enormes, en desuso humano, entre claraboyas del descuido, y un vacĆo mortal. Otrora, cuando el hombre no conocĆa las pantallas y naciones, acĆ” se encontraban los mĆ”s febriles encuentros religiosos, con sacerdotes sofistas y las orĆ”culos en orgĆas zalameras hacia el dios sol; nada mĆ”s maravilloso el …
Hoy Brando quiso comer el Pan de las Almas. Para esto, en un dĆa nublado, frĆo, fue al cementerio del pueblo de sus padres. Nadie corpóreo parecĆa habitar aquel lugar, pero sĆ voces, bocas invisibles que cuentan historias y deseos reprimidos. Brando en su imaginación reconoció colores y figuras; alguna de ellas, su madre. Ya …
Se encontraba en la ladera de la montaƱa, en la entrada de una cueva, la cueva que habĆa descubierto hace apenas unos meses atrĆ”s y en la que habĆa construido una forja.
Me interesa la formación de pequeƱos lectores en las aulas de infantil y primaria y especialmente me gustarĆa colaborar con los docentes en torno a los problemas y desafĆos que se les presentan en la enseƱanzaĀ y promoción de la lectura.
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